Noelia Batalla García
Mama de Pau y Laia. Profesora de Educación Secundaria.
“Llevé a mis hijos, Pau y Laia, a Chiquitín Ribera Baixa desde que tenían 7 meses. Para una madre primeriza trabajadora es muy importante saber que sus hijos están bien atendidos cuando ella misma no lo puede hacer. En Chiquitín encontré esa confianza que necesitaba sentir, sobre todo al principio, que fue especialmente muy duro para mí. Me costó hacerme la idea de no tenerlos conmigo. El poder conectarme al aula y poder verlos a través de la cámara fue un alivio. Los informes diarios en la agenda y las entrevistas con la tutora, Lore, fueron de gran ayuda en este primer periodo de adaptación.
En Chiquitín mis hijos se encontraban como en familia, todos en el centro los conocían por su nombre, y se notaba que mis hijos iban a gusto. El trato con ellos fue excelente, tanto de su tutora como el resto de miembros de Chiquitín. Se notaba que se les trataba con cariño, y se les daba la ayuda necesaria para que empezaran a adquirir poco a poco autonomía (sus primeros pasos, probar todo tipo de alimentos, sus primeros experimentos con el mundo que les rodea, las primeras palabras, el desarrollo de las emociones…) de una forma muy divertida. Me encantaba cómo preparaban los días señalados y las fiestas, Halloween, Carnavales, Fallas, Navidad, Pascua… cómo cambiaban de decoración según la estación del año, la música al entrar… era un ambiente muy agradable, apetecía quedarse allí.
En Chiquitín mis hijos hicieron sus primeros amigos, y se les notaba que eran felices. De hecho, les encanta volver a Chiquitín a celebrar su cumple. Siguen sintiéndolo como algo suyo.
Con su tutora tenían un vínculo especial, la apreciaban muchísimo, y se acordaron mucho de ella el curso que pasaron al “cole de mayores”.
El trato con los padres también fue excelente. La comunicación era sencilla y fluida, tanto con la tutora como con dirección. La verdad es que no pudimos acertar más en confiar a Chiquitín esa labor tan importante como es la atención de nuestros peques cuando son tan chiquitines. No puedo más que tener palabras de agradecimiento por trabajar con tanta ilusión y con tanto empeño en hacerlo bien.
Un abrazo muy fuerte a todos los miembros de Edupark”.