En Edupark, utilizamos como elemento esencial en las aulas, el masaje infantil. Puesto que, sobre todo en las aulas de 0-1 constituye nuestra primera conversación.
El masaje infantil estimula la conciencia sensorial. A través de él, la educadora ayuda al bebé a crear conciencia corporal y a relajarse al ir tocando áreas de su cuerpo de arriba abajo. Al llegar a cada punto se recita una rima, lo que aporta una musicalidad que potencia las reacciones del bebé.
Tiene una estructura sencilla basada en el tacto, la voz y la mirada de forma entrelazada, lo que provoca de forma inmediata el regalo de la sonrisa del bebé.
Tiene dos grandes beneficios. Por un lado el fisiológico: ayuda a su desarrollo motor y neurológico gracias a la estimulación del sistema nervioso central, la regulación de los sistemas respiratorio, circulatorio y gastrointestinal, la estimulación en la liberación de enzimas y hormonas que favorecen la digestión o el aumento de las endorfinas, sustancias naturales que combaten el dolor. La mejora en la textura de la piel o la tonificación muscular son otras de sus bondades.
Y, por otro lado, el psicológico y emocional: estimula la conciencia sensorial, desarrolla la confianza y seguridad emocional básica del bebé, disminuye la ansiedad al reducir la producción de cortisol, y por supuesto, crea el primer canal de comunicación y relación adulto-niño, reforzando vínculos.
A continuación, os detallamos algunos tipos de masajes que podéis realizar en casa y sus funciones.
– Masaje tranquilizante: El balanceo tranquiliza y adormece al bebé. Abrazar y acunar en el lado del corazón ya que el pulso es un sonido que el bebé ha escuchado durante 9 meses. También le podéis ayudar a relajarse realizando movimientos circulares con el dedo en la frente, en el hueco entre las dos cejas, justo en la terminación de la nariz.
– Masaje anti-estreñimiento: masajear su abdomen con aceite tibio. Con movimientos de un lado a otro activarás los órganos internos y mejorarás su digestión. Para favorecer el movimiento intestinal masajea con la palma de la mano abierta alrededor del ombligo.
– Masaje para combatir los gases: Si tu bebé padece gases sitúa las palmas de las manos abiertas a la altura del ombligo, desliza una y después la otra hacia abajo. De este modo favorecemos que pueda eliminar los gases.
– Masaje para los cólicos: coloca tus manos sobre su abdomen y haz movimientos circulares primero con una y luego con la otra, en el sentido de las manecillas del reloj. Ayúdate de algún aceite o crema para que le resulte más agradable.
– Masaje estimulante: Si deseas estimular a tu bebé realiza movimientos suaves circulares en el sentido de las agujas del reloj en articulaciones, brazos y piernas.
Os animamos a utilizar el masaje infantil en casa, pues a parte de ser muy beneficioso para los peques a nivel motriz y sensorial, permite un momento de intimidad con vuestros pequeños, fortaleciendo el vínculo afectivo y emocional y reforzando el apego.
Julia Mendoza Iranzo. Directora pedagógica Edupark.